La catedral de Acquaviva delle Fonti está dedicada a San Eustaquio, soldado y mártir romano, patrono de la ciudad junto a la Virgen de Constantinopla. En el siglo XVIII el edificio deculto asumió el título de iglesia palatina, es decir, sometida a la única autoridad del soberano. La catedral fue edificada entre 1529 y 1594 sobre preexistencias medievales. La fachada renacentista se erige sobre tres escenográficaa escalinatas, una central, dos en correspondencia de los portales menores. La portada se divide en tres registros mediante cornisas imposta que se configuran sobre semipilares. En el primer orden se abren los portales, en el segundo el rosetón y en el tercero se erige el coronamiento en declive. El portal central está flanqueado por dos columnas sobre leones. En la luneta hay un altorrelieve que representa a San Eustaquio a caballo. El interior se articula en tres naves separads por arcos sobre grandes pilares, el aparato decorativo de estilo neogótico se debe a las intervenciones de restauración promovidas en el siglo XIX. Por las pequeñas naves se accede a la cripta a través de dos escaleras. El ambiente rectangular está dividido en arcadas cuadradas, abovedadas en crucero sobre columnas jónicas, dignos de nota los altares plateados del Santísimo Sacramento y de la Virgen de Constantinopla, este último realizado en el siglo XVIII por los plateros napolitanos Biagio Guariniello y Andrea De Blasio.